#marzomesdelasmujeres
EN ELLA ESTAMOS TODAS
Exposición de Manuela Aldabe.
Fernando López Lage
Curador
"Asediar no quiere decir estar presente, y es preciso introducir el asedio en la construcción misma de un concepto".1
El arte contemporáneo es un espacio fecundo para la especulación para visibilizar lo oprimido, para pensar el futuro. La hauntología como la presenta Derrida, pauta lo que no puede estar completamente presente, porque no es un ente en si mismo, pero a su vez muestra una relación con lo que ya no es y con lo que todavía no está siendo. Mark Fisher retoma el término y nombra la hauntología como el espectro o el fantasma que no es sobrenatural, eso que actúa sin existir y permanece en el imaginario. Los artistas como Manuela Aldabe, preocupados por la memoria, mayoritariamente rescatan máquinas y sistemas obsoletos y los ponen a producir nuevamente como resistencia política a la globalización.
Bajo la liviandad del vestido, metáfora del cuerpo de la mujer hallada, y sus hilos crece una jardinera con tierra del Batallón 14, el lugar donde fueron hallados los restos de esta mujer. 2
Aldabe utiliza la cianotipia sobre textil, que es una técnica artesanal de impresión de negativos en monocromo, realizada a través de una emulsión que revela las imágenes en diversos tonos de azul de Prusia. En la fotografía de Aldabe se rescata lo hauntológico y lo mediatiza mediante imagines de flores impresas en cianotipia sobre tela enmarcadas en bastidores circulares de esos que se usan para bordar. Existe una intención bien clara en esta elección y es la de rescatar el trabajo de las mujeres asociado a las técnicas del bordado, subvirtiendo la intención en un acto de resistencia y reflexión.
Algunos hilos metalizados bordan cual frágil linea de dibujo, para rescatar alguna relevancia de las flores. Los bastidores circulares están instalados desde el techo, colgantes, y conforman una constelación de significados que remiten a lo que florcrece a pesar de todo. Los hilos rojos también bordan y se expanden en el vestido de la mini instalación que sobrevuela la sala, como una fantasma.
Las obras de Aldabe integran una obsesión de lo referido a la memoria, pero no abandona la idea de futuro. La melancolía queda politizada ya que no se acomoda a la impronta del terrorismo de Estado, la melancolía aparece crispada. Para que el duelo se elabore tiene que confirmarse la muerte, tiene que saberse que el muerto no va a volver. Aldabe capta la energía de los objetos y sobre todo, la energía de los objetos que estuvieron en contacto con la mujer desaparecida que trae/ viene a esta exposición. Así genera constelaciones de signos que imaginan el futuro.
Las muertes injustas merodean en nuestro imaginario y ahí es donde la artista prende un foco que señala las violencias sistemáticas. La represión de la dictadura militar (1973 -1984), estuvo plagada de persecución, tortura, muerte y desaparición, que en el caso de las mujeres en su gran mayoría, se ve agravada por la violencia de la tortura sexual.
Los restos de la mujer hallada en el Batallón de Infantería 14, en Toledo el 6 de junio de 2023, a diferencia de los cinco detenidos desaparecidos hallados previamente, aparecen sin ropa, de espaldas, deshechos. La primer desaparecida hallada en Uruguay aún no ha sido identificada, no hay forma posible de comparar su ADN. Aldabe hace visible la violencia sistémica contra los cuerpos de las mujeres y en este caso especifico una mujer embarazada víctima del terrorismo de Estado, desaparecida hace 40 años. Aún no hay forma de nombrarla, el arte retoma el caso.
Hacer arte podría estar vinculado a transplantar, a traducir, a interpretar, a encarnar, a la implantación ontológica a traer a la realidad algo nuevo: un proyecto artístico como un laboratorio donde las disciplinas se interconectan para ofrecer simbiosis y generar una hipótesis. Una simbiogénesis de botánica, arte, antropologia, tecnología, trabajo en comunidad, y todo lo que plantee deconstruir la episteme de la matriz colonialista.
En la obra de Aldabe es muy importante que quede pautado el proceso de investigación, su impronta periodística se lo permite. En la sala de exhibición hay dos dispositivos con materiales relacionados con la excavación, el hallazgo, apuntes y cartas de otorgamiento de la tierra firmada por el fiscal del caso.
Quentin Meillassoux3 por su lado hace referencia a las muertes injustas y plantea la pregunta de cómo hacer el duelo por las víctimas, porque mientras el proceso típico de duelo trae una sensación de cierre a la vida de una persona, la injusticia de estas muertes impide que se produzca el duelo. Los espectros de los muertos acechan a los vivos. Estos espectros no desean venganza sobre los vivos, solo hacen un llamado de atención para no ser olvidados, y rectificar la injusticia de su destino. La historia del siglo XX y lo que va del siglo XXI muestra un conglomerado de muertes condenables, y Meillassoux pregunta cómo podemos vivir una relación con los difuntos, cómo podemos llorar para que su memoria no nos someta al terror desesperado, sino que se re conecte con ellos. Si pensamos en Uruguay, esta re conexión parece una utopía. Necesitamos aprender a vivir nuevamente con los muertos de tal manera que reciban la justicia que merecen. La única forma de rectificar las muertes injustas es dando a los muertos la oportunidad de revivir sus vidas injustamente terminadas.
1 Espectros de Marx: el estado de la deuda, el trabajo del duelo y la nueva internacional. Jacques Derrida, 1992, Editorial Trotta.
Derrida presenta el término hauntología. El libro no es exactamente sobre Karl Marx; es una lectura sobre él en el contexto de la derrota de quienes se proclamaron y fueron aceptados como sus herederos.
2 La tierra fue entregada por el fiscal letrado Perciballe especialista en crímenes de lesa humanidad en 2024.
Centro Cultural Casa de Artigas. Sauce, Canelones.