Así fue el conversatorio "Mujeres Racializadas: Arte, música y activismo político"

05.08.2020

En el mes de la mujer afro y bajo la premisa "Mujeres Racializadas: Arte, música y activismo político", la Fundación de Arte Contemporáneo organizó junto al Bloque Antirracista un conversatorio que convocó a cuatro mujeres para discutir diferentes aspectos de lo que significa ser artista afro. Participaron en la charla Mayra Da Silva, artista visual y comunicadora; Fabiana Barrios (Fabik) rapera, miembro del grupo Se Armó Kokoa (SAK); Ana Dos Santos, fotógrafa y artesana; y Mónica Dos Santos, gestora cultural y activista.

Uno de los primeros temas que surgió en el conversatorio -moderado por Claudia Mera, integrante del FAC- fue el aspecto social de la lucha antirracista. "Empecé a entender la necesidad de juntarme con mujeres bajo un objetivo común. El bloque antirracista es un espacio para poder encontrarnos, para poder compartir nuestras diversidades, nuestras riquezas como mujeres racializadas. Es el ir más allá de la lucha individual y hacerla colectiva, nos ayuda a poder plantearnos y asumir diferentes desafíos y diferentes retos", explicó Mayra Da Silva, que también contó que las conversaciones con sus compañeras, sus experiencias, luego se transformaran en un insumo para su obra como artista.

Trabajar en grupo genera una red de contención y un sentido de pertenencia que dan otro sentido a las experiencias que, como mujeres racializadas, viven día a día. "Crear un cuento y una muñeca con las compañeras artesanas fue parte del proceso de crianza de mis hijos. Esas inquietudes que tenía en la vida, esas diferentes formas de racismo a las que tuve que enfrentarme en la escuela con los chiquilines, me llevaron a buscar una herramienta que colabore a generar el cambio", contó Ana Dos Santos.

Para Mónica Dos Santos hubo un quiebre a partir de la pandemia: mientras que antes el foco estaba en la producción más artística, luego de la crisis sanitaria empezó a trabajar más en sociedad, participando de actividades sociales como ollas populares. La acción social es una de las maneras de combatir el racismo y la desigualdad económica que atraviesa a la población afro. "Hay diferentes maneras de combatir al racismo y lo importante es que cada uno se potencie desde los lugares donde se sienta afín", acotó Fabiana Barrios.

En ese sentido, las participantes coincidieron en la importancia de un feminismo interseccional, que luche no sólo en contra del machismo, sino también del racismo, xenofobia, homofobia, transfobia y el clasismo. De acuerdo con la experiencia de Barrios, que como parte de su formación docente ha trabajado en contextos críticos, hay luchas de independencia económica o el acceso a la educación que ya se dan por ganadas por parte del movimiento feminista, pero eso no es necesariamente cierto entre las personas afro. "Hay que entender que la situación de las mujeres afro no es peor, sino que está atravesada por otras condiciones", explicó.

En cuanto el ámbito de la cultura en particular, las participantes subrayaron la importancia de la visibilidad y la memoria en cuanto a las artistas afro, que en muchas ocasiones son invisibilizadas salvo cuando se habla del carnaval. "La cultura afrouruguaya es muy amplia, está el candombe que nos da mucha identidad, que nos representa y nos da muchas referentes. Pero tenemos un debe con todo lo otro, con lo que no está tan difundido, como las mujeres afro en el arte plástico y en la literatura", aseguró Mónica Dos Santos. Más adelante Mayra Da Silva señaló que para que eso cambie es importante que los museos atraviesen un proceso de descolonización: "Creo que se tiene que dar un cambio importante dentro del arte contemporáneo y del paradigma establecido, se tiene que problematizar el tema y revisar las miradas teóricas que existen, que sigue priorizando a la población blanca que es la que tiene un mayor acceso a los museos y salas expositivas. Es vital descolonizar los museos y también es necesario que la población entienda por qué no están las personas negras en los museos. Los cuerpos racializados solo están de lugares de servicio, limpiando o cuidando una obra. Es importante entender esto para ver cómo se reproducen los sistemas de inequidad".

Paralelamente, y mientras se desarticulan los antiguos paradigmas, las artistas afro luchan por construir un discurso diferente. "Como artista racializada me posiciono y trato de entender el discurso que quiero y quiero que sea un discurso diferente al que estaba cuando yo crecí, en el que había jerarquías, privilegios y una mirada única que resaltaba a unos y a otros los minimizaba. Yo logro hacer una mínima contribución desde el arte", dijo Da Silva.