Al infinito y más allá...

23.04.2021

Por Aline Herrnstadt

El 12 de abril se cumplieron 60 años del viaje del primer hombre al espacio, el protagonista fue el cosmonauta ruso Yuri Gagarin (1934-1968).

Mediante esa acción comenzó el desacople del ser humano con su hábitat físico, nunca en los 300.000 de años de existencia de la humanidad, un acto humano se había desarrollado fuera de la faz de la tierra.

Ese mismo desacople entre el humano y la tierra, que comenzó en los años 60 del siglo pasado, dio el puntapié inicial a todo un movimiento cultural global que nos llevó de una larga historia signada por lo antropocéntrico, lo analógico y la filosofía kantiana, a esta era digital, cuántica y posthumanista.

En el campo del arte, ese desacople epistemológico entre la obra, su representación y su contenido también transitó y continúa buscando su significado y expresión. En esta vorágine contemporánea el tiempo, y espacio no avanzan linealmente comprometiendo los significados.

La obra de arte, su exhibición, su reproducción y su posesión no tienen que coincidir necesariamente en un objeto único. El nuevo concepto de los NFT, non fungible token, en inglés, el último fad tecnológico-comercial del momento atestigua esa búsqueda de múltiples significados y significantes dentro del campo del arte.

Pero, ¿qué son los NFT ́s? La característica principal es la no-fungibilidad, es único, no puede ser sustituido, a diferencia de otras cosas que se basan también en la tecnología de blockchain, como por ejemplo un bitcoin que permite cambiar uno por otro. 

¿Qué puede ser un NFT? música, dibujos, imágenes digitales, gifs, jugadas de basketball o algún otro deporte, tarjetas coleccionables, etcétera.

Los NFT han tomado la escena mediática últimamente gracias a varias ventas millonarias en la comercialización de arte digital. La prestigiosa casa de subastas Christie 's remató por aproximadamente U$S 69 millones una obra de arte digital (archivoJPG) del artista que conocemos bajo el nombre de Beeple (Mike Winkelman), y puso el tema en el tapete. 

Entonces, ¿qué tiene esto de particular? ¿cualquiera puede bajar de internet la pieza de arte digital de Beeple? Si, exactamente la misma que se vendió en Christie's, pero con una diferencia: la posesión única de la obra le pertenece solo al que la adquirió y tiene un documento único que lo atestigua, un NFT legitimado por la cadena de blockchain.

Se desacopla mediante este método la obra como objeto de arte, de la posesión de la obra de arte, como resultado se convierten así en conceptos diferentes, al menos a lo que veníamos acostumbrados.

Beeple, everydays, the first 5000 images, 2021.


En el arte como se venía entendiendo, la obra reivindica el carácter de unicidad, se podían reproducir muchas copias, pero la unicidad de la obra era incuestionable. A partir del arte digital la obra y sus copias son iguales. La pregunta que surge es entonces ¿qué significado tiene esto para los agentes involucrados?

El artista encuentra una forma alternativa que le permite comercializar su arte digital y además se abre la posibilidad de cobrar algo adicional cada vez que se transacciona, sube de valor o se reproduce, similar al los derechos de autor y al droit de suite. El comprador adquiere primero que nada un documento digital que atestigua que él es el propietario de la obra, lo puede demostrar y mostrar, y que finalmente no necesita tener la obra presente para ello. Puede adquirir ciertos derechos de uso y adicionalmente es una manera de apoyar artistas digitales. Por último, para los coleccionistas representa la posibilidad de especular con la inversión con la mirada puesta en la valorización futura de las obras.

Los NFT se comercializan en marketplaces digitales como OpenSea, Rarible, and Nifty Gateway entre otros. En este artículo no vamos a detenernos en la parte especulativa y de intereses particulares en la variación de precios que han tenido las piezas de arte digital en los diferentes mercados digitales en los últimos días.

Lo interesante son las nuevas posibilidades de circulación del arte que se pueden vislumbrar de ahora en más. El arte digital no es nuevo, la novedad es el potencial creativo que estas plataformas habilitan. Son puntos de encuentro transversales de pluriversalidades potencialmente infinitas que mediante estos nudos de contacto adquieren la posibilidad de interactuar creativamente, resignificando las diferentes realidades globales.