10 acontecimientos que definieron el 2020 en el mundo del arte
Por Alejandra Pintos
1. La pandemia y su efecto
No podíamos iniciar un repaso de este año sin hablar del Covid: el virus ha monopolizado las noticias desde principios de 2020. Las cuarentenas más o menos estrictas alrededor del mundo han resultado en una recesión económica global que afecta a todos los mercados. En el caso del arte, su efecto depende del país del que se hable. En Estados Unidos estiman una baja del 40% en relación al año pasado, en Reino Unido llega a un 79% y en Uruguay es difícil de medir. Sin embargo, dicen que las crisis representan oportunidades y tanto para galerías como museos ha sido una oportunidad de trascender es espacio físico e innovar.
Christie's y Sotheby's rápidamente reconfiguraron sus procesos y, por ejemplo, pasaron a hacer remates por internet con live-streaming, cientos de miles de espectadores, varios husos horarios y pujas en diferentes ciudades alrededor del globo. Al mismo tiempo, el Museo del Prado empezó a hacer vivos diarios mostrando su colección permanente y las galerías de arte incorporaron tecnologías como Vortic, que a través de mecanismos de realidad aumentada permiten que los coleccionistas vean cómo van a quedar las piezas en sus casas.
2. El momentum de Edward Hopper
Desde un punto de vista más filosófico -hasta emocional- "Ahora todos somos una pintura de Edward Hopper", sentenció un tuit que pronto se volvió viral con cuatro solitarios personajes pintados por el artista. Las imágenes resonaron entre la gente, conmovida por la melancolía inquietante de las obras e incluso un periodista le llamó "el artista de la era coronavirus", aunque sus pinturas tienen más de ochenta años. De todas formas, el aislamiento que retrata Hopper es voluntario, el que estamos atravesando ahora es una forma de preservar la humanidad.
3. Una bienal para los tiempos que corren
Bajo el título Tú y yo no vivimos en el mismo planeta, la 12ª Bienal de Taipei se enfocó en cuestionar las actuales tensiones geopolíticas y el empeoramiento de la crisis ecológica examinando diferencias e influencias desde una perspectiva planetaria. La expresión "tú y yo no compartimos la misma visión del mundo" es una expresión frecuente en los debates políticos, pero el caso es que hoy no se trata simplemente de una diferencia de visiones sobre un espacio que sería igual para todos, sino de una cuestión de la naturaleza material del mismo mundo del que estamos hablando.
Como comentan sus curadores, Bruno Latour y Martin Guinard: "Hay un creciente desacuerdo sobre cómo mantener el mundo habitable, no sólo porque las opiniones políticas divergen, sino más crucialmente porque no parece que estemos de acuerdo sobre de qué está hecha la Tierra. Algunos aparentan incluso creer que el mundo es plano. Es como si hubiera varias versiones de la Tierra, con propiedades y características tan diferentes como que fueran planetas distintos, lo que resulta en una desviación en la forma en que uno siente, se comporta y predice su futuro".
4. Tensiones raciales
Comenzó en Estados Unidos con el asesinato de George Floyd, luego tomó forma a través del movimiento Black Lives Matter y terminó sacudiendo todo el mundo, desde Charlottesville en Virginia hasta Johannesburg en Sudáfrica. En ese proceso se cuestionaron viejas ideas coloniales, racistas, y cayeron estatuas erigidas en homenaje de personajes racistas, como la de Edward Colston -un esclavista del siglo XVII-, que fue tirada al mar en Inglaterra. Para reemplazarla, el artista contemporáneo Marc Quinn creó un monumento con la imagen de Jen Reid, una de las manifestantes que ayudó a tirar la estatua de Colston.
Estos cuestionamientos también llegaron a los museos, por ejemplo, los británicos fueron criticados por consistir básicamente de piezas robadas de los países colonizados por ellos. Incluso se objetaron nuevas muestras, como la retrospectiva de Philip Guston que iba a tener lugar en setiembre en la National Gallery of Art de Washington, D.C., el Museum of Fine Arts de Boston, el Museum of Fine Arts en Houston y el Tate Modern en Londres. La selección de obras, pertenecientes a las décadas de 1960 y 1970, incluía algunas piezas con imágenes del Ku Klux Klan. Además, se criticó que la muestra involucraba exclusivamente a curadores blancos. Finalmente la muestra fue aplazada para 2022, aunque varios artistas como Nicole Eisenman y Adrian Piper escribieron una carta abierta oponiéndose.
También se invitó a la reflexión a través de la amplificación de las voces de artistas afro como Arthur Jafa. Su aclamado video de 2016 Love is the Message, The Message is Death, que documenta el trauma y los triunfos de cultura negra, fue transmitido simultáneamente por los sitios web de 14 museos a nivel internacional, incluidos el Smithsonian y Hirshhorn en Washington, DC, el Tate Modern en Londres y el Stedelijk en Amsterdam. Poco tiempo después Jafa estrenó una nueva pieza, esta vez en forma de videoclip para el músico Kanye West.
5. Paul Preciado colabora con Gucci
La colaboración entre Jafa y West no fue la única que combinó el arte contemporáneo con el mainstream y lo pop este año. El filósofo, curador y escritor de teoría queer Paul Preciado protagonizó uno de los videos de Gucci Fest: ouverture of something that never ended, un festival de cortometrajes que entrecruzan la cotidianidad y el surrealismo para arrojar nuevamente luz sobre la función de la moda más allá del tradicional ritual de las pasarelas. Los videos, que tienen como hilo conductor a la actriz y modelo Silvia Calderoni, fueron dirigidos por Alessandro Michele, director creativo de Gucci, y el reconocido cineasta Gus Van Sant
6. In memoriam: John Baldessari, Christo y Ulay
En enero de este año, el mundo del arte lamentó la muerte de dos grandes creadores: John Baldessari, de 88 años, y Christo, de 84. Baldessari es señalado como uno de los responsables "de haber transformado Los Ángeles en una de las capitales de arte" gracias a su labor como artista y docente. Comenzó como artista semi abstracto pero, desencantado con sus propias obras, llevó todas sus pinturas a una funeraria y las quemó. Luego, comenzó un proceso de exploración de varios medios: video, fotografía, escultura, arte visual basado en textos. Christo, en cambio, es reconocido por sus gigantes instalaciones efímeras, que creó junto a su esposa y colaboradora artística Jeanne-Claude.
Dos meses más tarde, en marzo, falleció el artista performático alemán Ulay, a los 76 años. Ulay, cuyo nombre real era Frank Uwe Laysiepen, cobró notoriedad a través de su trabajo con Marina Abramovic. Ambos colaboraron durante 12 años, entre 1976 y 1988 y sacudieron el mundo del arte.
7. Retrospectivas de artistas mujeres en Uruguay: Petrona Viera, Amalia Nieto y Lacy Duarte.
Si bien no ha sido un buen año para las muestras de arte en general -museos cerrados y aforos limitados- en Uruguay han coincidido tres retrospectivas de artistas mujeres, un acontecimiento a celebrar. Primero fue la de Petrona Viera, El hacer insondable, que inauguró en febrero y, aunque originalmente iba a estar 90 días, se extendió hasta finales de noviembre. A pesar de tener 1001 obras en el acervo del Museo Nacional de Artes Visuales (la sexta parte del total), su obra estuvo siempre exhibida en el conjunto de artistas uruguayos. Una merecida y exitosa retrospectiva. Ahora, en el mismo museo, comienza una exposición -un poco más pequeña- sobre la artista constructivista Amalia Nieto.
En octubre reabrió en Punta del Este el espacio de arte contemporáneo Zoco con una muestra sobre Lacy Duarte, artista fallecida en 2015, quien tuvo un fuerte vínculo con el departamento de Maldonado en varias etapas de su vida.
8. Colectiva Coco en el CCE
Justamente, la falta de representación de mujeres, minorías y disidencias es lo que cuestionó la muestra RIP (revisar, investigar, proponer), una acción artística que materializa la investigación en curso que ya lleva cuatro años de COCO, una colectiva conformada por Catalina Bunge, Natalia de León y María Mascaró, artistas de la Fundación de Arte Contemporáneo. "La muestra despliega una investigación sobre el campo artístico nacional con perspectiva de género, develando una desigualdad sostenida en el tiempo", explican en uno de sus textos.
Como su nombre lo indica, la exposición cuenta con tres partes. La primera revisa cómo se creó el relato artístico en Uruguay; la segunda investiga y sistematiza datos de instituciones como premios y museos. Pero no alcanza con señalar la desigualdad que ha primado a lo largo de la historia o visibilizar a las artistas mujeres que, a pesar de todo, han producido y están produciendo obra. Ahí surge la tercera parte: como explican las investigadoras, es necesario proponer acciones para equilibrar la balanza. Por eso, en la antesala del CCE fueron invitados como curadores invitados Luisho Díaz (arte queer), Mayra Da Silva (arte afro) y Teresa Puppo (pueblos originarios).
9. Las muestras y ferias viven, pese a todo
De haber podido viajar nos hubiese gustado visitar la muestra de Félix González Torres, en el marco de la 39a edición de ARCOmadrid (Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid), y la de Nicolás Lamas en Spazio ORR, en Italia.
ARCOmadrid (26 de febrero al 1 de marzo) tuvo como hilo conductor el concepto "Es solo cuestión de tiempo" y la obra de Felix Gonzalez-Torres como referencia, un artista conceptual del que se sabe poco: nació en Cuba, pasó un tiempo en Madrid -ciudad que odió- y murió a los 38 años por complicaciónes de Sida. En la exposición, comisariada por el uruguayo Alejandro Cesarco y Manuel Segade, se presentaron y estudiaron prácticas artísticas a partir de la obra de Gonzalez-Torres.
En una escala menor -pero no por eso menos interesante- el artista peruano Nicolás Lamas presentó su obra en Spazio ORR en una muestra que comenzó en 2019 y se extendió hasta 2020. A través de su trabajo se "vislumbran las tensiones que existen entre el cuerpo humano como objeto y la materia como factor activo. Su obra nos remite constantemente a la idea de una arqueología del futuro, donde objetos actuales se funden con materia orgánica y están dispuestos sobre materiales tan pulcros como resistentes al paso del tiempo", según explica el texto curatorial de Alejandro Alonso Díaz.
10. Avelina Lésper contra el Arte Contemporáneo
La historiadora Avelina Lesper, autora del libro El fraude del arte contemporáneo, volvió a generar polémica al romper una obra en Zona Maco, una de las principales ferias de arte contemporáneo de Latinoamérica. La pieza, creada por Gabriela Rico, consistía en varios objetos -entre ellos una pluma, una pelota de tenis y una de fútbol- atravesados por un vidrio, que se hizo añicos. La escultura estaba valuada en unos 20.000 dólares.
Lesper, que es vocal en su desprecio por el arte contemporáneo, aseguró que se trató de un accidente y en un video publicado por el periódico Milenio dijo que fue "como si la obra hubiese escuchado su comentario y sentido lo que pensaba de ella". De todas formas, muchos cuestionan esta versión y en redes sociales se condenaron las acciones de Lésper, ya que romper una obra es considerado sacrílego. Y así se volvió a encender el polarizado debate del mundo del arte contemporáneo. Gabriela Rico dijo a la BBC que estaba "muy triste porque fue una falta de respeto a las piezas"